22 de mayo de 2007

La simbología del número 7


Navegando por la red me encuentro con este interesante
artículo sobre el número 7. Lo traiga a quí como curiosidad









Hasta hace unas semanas mi número favorito era el 8, porque simboliza el infinito, si lo giramos y lo ponemos en horizontal obtenemos el símbolo de infinito. Sin embargo y a raíz de la lectura de un libro sobre la vida cotidiana de los romanos, leí que en los circos se daban siete vueltas, ya que ese número representaba “el todo”, la “totalidad”… Comencé a darle vueltas y efectivamente, si pensamos en los “sietes famosos”, todos se pueden relacionar con “el todo”, con “la eternidad”, con “la totalidadHe pensado mucho últimamente en esto, recuperando fragmentos de la Biblia, quizás uno de los libros más simbólicos de la historia y creo que a la luz de dicho simbolismo, se pueden entender quizás un poquito mejor las cosas, vamos por partesEn los inicios de todo, las primeras palabras de la Biblia (génesis 1), ya tiene importancia el número siete, ya que son los días que empleó Dios para crear el mundo y a sus habitantes.
Unos párrafos más tarde el número siete vuelve a cobrar importancia (génesis 9), ya que Dios le dice a Noé que hace un pacto con ellos y que ningún otro diluvio volverá a destruir la vida, y como señal emplea un arco en el cielo, el Arco Iris, que se compone de siete colores.

Pasamos al libro del éxodo, capítulo 25, donde se narra la creación del Candelabro de los siete brazos”, uno de los símbolos judios por excelencia.

En los evangelios también encontramos numerosísimas referencias a este número, por ejemplo cuando le preguntan a Jesús si se deben perdonar siete veces los pecados a lo que él responde, no siete, sino setenta veces siete.

Si jugamos un poquitín más con los números, en la parábola de los panes y los peces, tenemos cinco panes y dos peces, que si los sumamos obtenemos otra vez el siete.

Seguimos con las matemáticas, siete es el resultado de la suma del 3 (número Divino) y el 4 (número terreste), es la unión de la divino y lo terrestre.

Al final de la Biblia, en el apocalipsis capítulo 6, también aparece repetidas veces el número siete, son siete los sellos que se rompen antes de que se desate la ira de Dios y serán siete también los ángeles que hagan sonar las siete trompetas para enviar los siete castigos sobre los injustos, en los siete cuencos.

Son también siete, los pecados capitales; pereza, gula, envidia, lujuria, soberbia, ira y avaricia. Así como también los sacramentos: bautismo, confesión, comunión, confirmación, matrimonio/orden sacerdotal y unción de enfermos. Incluso también las virtudes teologales: templanza, caridad, humildad, largueza, castidad, paciencia y diligencia.

Siete fueron las frases que pronunció Jesús desde la cruz;
1. Padre perdónales porque no saben lo que hacen.
2. En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.
3. Mujer he aquí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre.
4. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
5. Tengo sed.
6. Ya se ha consumado.
7. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Dejando a un lado el mundo del cristianismo, podemos continuar con las múltiples apariciones del siete en el resto de la historia:
Siete son las colinas de la ciudad de Roma: palatino, capitolio, aventino, quirinal, celio, esquilino y viminal.
Siete son los días de la semana
Siete son las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la y si.
En el alfabeto hebreo la séptima letra, llamada zain, representa los valores espirituales, que son la finalidad del mundo.
En la religión islámica hay 7 estadios o cielos.
Siete son las vidas que tiene un gato.
Incluso muchas películas tienen el siete en su título: “Blancanieves y los siete enanitos”, “Siete años en el Tibet”, “Seven”, “Siete novias, para siete hermanos” …

En definitiva, que el número siete está mucho más presente en nuestra vida de lo que nos imaginamos, conviene detenerse y fijarse más en los símbolos, no?




Bueno, pues siguiendo con el hilo de este post me encuentro por la red con este interesante artículo

EL EXTRAORDINARIO NÚMERO 7


Desde que Dios creó el mundo en 7 días, este número está unido de misteriosos modos a nuestra vida Hay principios universales indisolublemente ligados a ciertos números que son avalados por todas las religiones y civilizaciones. Entre los más importantes se cuenta el número 7. Según la cábala representa la "Ley divina que rige el Universo".

Y si pensamos que siete días empleó Dios para crear el mundo, habrá que reconocerle a este número un poder especial. No es "coincidencia" que sean siete los días de la semana. Ni tampoco que los antiguos identificaran en el cielo a los siete planetas mayores que influyen sobre la Tierra y lo seres que la habitan. Pero antes, mucho antes, allá en los principios, aparece el número siete en toda su gloria: "Mi arco he puesto en las nubes", le dice Dios a Noé después del diluvio, (Génesis, Cap. 9 Vers. 13). Un arco que será la señal del pacto de paz entre El y la tierra ¡Era el maravilloso arco iris, con sus siete colores!¿Más? Sí, mucho, muchísimo más. La "música de las esferas" se expresa con notas. ¿Cuántas? Siete. Una nota musical para cada esfera o planeta. Al divino "creced y multiplicáos", la astrología responde ubicando al matrimonio en la casa número 7 del Zodíaco.

Comprendiendo el misterio, el significado trascendental de este número los hebreos encienden siete velas en su candelabro. Siete son las Maravillas del Mundo. Siete son los principios herméticos. Siete las famosas Partidas de Alfonso el Sabio. Siete los velos de la Danza Sagrada. En el Apocalipsis (5:6) dice "... y en medio de los ancianos había un cordero: estaba de pie y parecía haber sido inmolado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra." Vemos entonces como el "logos" bajo el disfraz de cordero se propone encarnarse en materia, para animarla y espiritualizarla y elevarla a Dios, todo bajo la simbología del siete.Y si queremos acercarnos a la absoluta pureza, a la nobleza total, recordemos la admonición de Jesús: "Perdonarás a tu hermano setenta veces siete". Y las siete conmovedoras palabras del Calvario: "Padre, perdónalos, no saben lo que hacen...".

El número también aparece vinculado a nuestra minúscula condición humana: recién a las siete horas de nacido, se sabe si el niño vivirá, y a los siete días le cae el cordón umbilical. En el organismo existen siete plexos vitales, que deben cultivarse buscando la perfección espiritual, ya que hay siete virtudes contra las cuales se enfrentan siete vicios o pecados capitales. Y aparece en los viajes que modifican la historia del mundo. Cristóbal Colón, descubre América en 1492.

Y vemos que 1+4+9+2 da 16. Y 1+6 = 7. Hoy en la Era Tecnológica el anhelo de colocar un hombre en la Luna se cumple en el año 1969. Sumados sus componentes, 1+9+6+9 = 25; reducido 2+5 nos da otra vez el mágico número 7.En el terreno esotérico se lo conoce bajo el nombre de la Héptada. En los naipes del Tarot, recibe el título de "El Carro de Osiris", significando victoria, éxito, verdad y justicia. Y precisamente ésto es lo que anuncia el número siete cuando se sueña con él. Triunfos a nuestra medida, se entiende: Pequeñitos, si nuestras aspiraciones lo son. Y muy grandes, cuando lo que estamos persiguiendo se refiere a las más altas realizaciones del alma humana.
Autor: Iván Kirov
Revista Crecimiento Interior Nº 63, Año 7, Junio del 2000


Siguiendo con las Historias curiosas sobre el número 7, Sefardí nos comenta sobre el 7ª de Caballería y el General Custer



....Algunas historias curiosas sobre el 7.Hoy en día, el Séptimo de Caballería es todavía un regimiento del ejército de los EE.UU. Pero su leyenda arranca en 1866, cuando el ex-general, George Armstrong Custer, designado comandante en jefe del fuerte Abraham Lincoln en Dakota del norte, muere junto a 272 hombres en la batalla de Little Bighorn, (pequeño gran cuerno) contra los Siux.Siux pies negros, Arapahos, Sansares y Cheyenes, rodearon a cinco escuadrones del 7º de Caballeria y tras un breve asalto los masacraron, solamente hubo un superviviente, fue un caballo que por alguna razón del destino se llamaba CHEYENE, el noble animal regresó al fuerte y a partir de entonces siempre presidió las paradas militares ensillado pero sin jinete.!Bonita historia!Saludos.