17 de abril de 2012

Vivencias en la Mañana de Viernes Santo

Casi al final de la calle Llana está la casa de mi tita Encarnita, visita obligada para mí cada mañana del Viernes Santo. Allí está el Cuartel de la Hermandad de la Virtudes, Hermandad a la que yo le tengo un cariño muy especial. Seguro que si hubiese conocido a mi abuelo José Flores Díos, hoy sería, aparte de judío, de su Hermandad.
José Flores Díos

 Mi padre me cuenta que ninguno de sus hijos varones quizo seguir su pasos semanasanteros y creo que es hacia la década de los ochenta donde el hijo mayor de mi tía Encarnita, Antonio Javier, decido integrarse en la misma haciéndolo también mi hermano Agustín que por cuestiones laborales lo tuvo que dejar. Y precisamente en estos años, con la participación activa de la mujer, comienzan a unirse las hermanas de Antonio; Lourdes, Mari Pepa y Encarnita y es tal la pasión y cariño que así se la ha trasmitido a sus hijos e hijas incluso al marido de Lourdes, Manolo Espejo. 

Mañana del Viernes Santo 2012
El trasiego de familia y amigos, de reencuentros y emociones compartidas que se vive en esa casa en la mañana del Viernes Santo es algo que no sé describir con palabras y más aún cuando Jesús Nazareno pasa por delante de la casa.
Haber sido pregonero este año de la Exaltación al Judío me hizo pensar de por qué lo soy; y quise ir más allá, a mis orígenes semanasanteros, de ahí que el Pregón se lo dedicara a mi abuelo, Cuadrillero de la Hermandad de las Virtudes durante muchos años.  Aún recuerdo y de vez en cuando las releo, las palabras de mi prima Lourdes, pregonera de la Semana Santa de Baena en 2009 que le dedicó a su Hermandad.

J. Carlos Flores