13 de mayo de 2007

La entrada de la mujer como judío activo


Es a partir de la década de los 80 cuando la mujer empieza a tener un papel fundamental en la Semana Santa de Baena con su incorporación como cofrade activo. En las hermandades de tambor y cuadrilla de judíos esta incorporación sería más lenta. Lo que sería impensable hace unos años hoy es una realidad. Muy pocas son ya las hermandades o cuadrillas que no cuentan entre sus miembros con mujeres. En el tema que nos ocupa, en las cuadrillas de judíos, si bien salían mujeres la gran mayoría de ellas no estaban adscritas a ninguna cuadrilla. Es a partir de 1992 coincidiendo con la celebración de las Jornadas del Tambor y Bombo en Baena cuando se manifiesta de forma más generalizada este hecho.


Nuestra cuadrilla no fue ajena a estos cambios. En un artículo (sin firmar) publicado en la Revista del 75º aniversario se recoje este asunto que, incluso, tuvo que pasar por votación. Asunto que, por otra parte, provocó algo de revuelo en la Cuadrilla. El sentir de la Cuadrilla fue mayoritario en acceder a que la mujer tuviese el mismo derecho que el hombre a pertenecer a nuestra Cuadrilla. Algunos judíos del 7, disconformes con este asunto más otras cuestiones que no vienen al caso, optaron por marcharse de la Séptima.





ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA DEL 75º ANIVERSARIO


Que la mujer fuese parte integrante de nuestra cuadrilla de judíos es un hecho que tarde o temprano habría de producirse y, aunque realmente nuca ha habido una campaña contra el sexo femenino, ha habido épocas en que era impensable por ambas partes, ni tan siquiera sacar el tema. Pero el tiempo no pasa en balde y con el cambian personas y circunstancias, la mujer sale de su letargo social y con un enorme empuje invade todos los órdenes y órganos de la sociedad. La Semana Santa no puede quedar fuera de esta enorme fuerza, lo que es una gran suerte porque se produce una revitalización de la misma y adquiere nuevas perpectivas. Se produce, de una manera simultánea un hecho, que si bien no es definitivo, no deja de tener importancia para que la mujer dé el paso definitivo para vestirse de judío. En las VII Jornadas de Exaltación del tamobr y bombo en 1992, la mujer aparece en Baena con un tambor bajo el brazo y no como símbolo de lucha sino más bien como de conquista, o al menos, aquí se vio de esta manera. Pero ninguna conquista se logra si no es con sangre, sudor y lágrimas.

En nuestra cuadrilla según consta en acta: "En Baena siendo las veintiuna horas del día veintidós de marzo de mil novecientos noventa y cinco, se reúne en el Salón de Actos del Bar Lama la Séptima Cuadrilla de Judíos de la Cofradía de N.P. Jesús Nazareno..." En este día se inicia lo que sería la primera andadura de la mujer en nuestra cuadrilla cuando son presentadas Salomé Jiménez Alba y María Avila Quintero por sus respectivos padres y hermanos de la cuadrilla Antonio Jiménez, secretario, y Francisco Avila Molina. Como era de esperar el revuelo que se organizó fue enorme. Se aprobó su ingreso pero ante las turbulencias que podría originar en la cuadrilla, el padre de Salomé retira la propuesta y lo mismo hace Francisco Avila con su hija.

Al año siguiente es presentada por su hermano Curro, Mª de los Angeles López Henares, lo que provoca que se vuelva a presentar tanto Salomé como María "... por la condición de mujeres, estas tres señoritas se somenten a votación de la Junta General arrojando los siguientes resultados: veinticuatro votos a favor, cuatro en contra y cuatro abstenciones..." De esta manera Salomé y Mª de los Angeles entran como hermanas y María de aspirante.

Pero la historia no acaba aquí porque también hubo su derramamiento de sangre con la salida de algunos hermanos que no estaban de acuerdo con el hecho en sí mismo y otros por la forma en que se presentó pues consideraban, no sin cierta razón, que el tema de la entrada de la mujer debería de haberse informado en el orden del día y no darlo como incluido en el capítulo de altas y bajas. Como quiera que sea, de una manera u otra, el hecho es que la mujer está entre nosotros y desde aquí hacemos un llamamiento a los que de alguna forma se vieron "forzados" a dejar la cuadrilla, en el sentido que nos gustaría que estuviesen de nunevo entre nosotros.

Una cosa si es cierta y tanto los que nos quedamos como los que se fueron debemos tener presentes: que estas tres mujeres son ejemplos de judíos y que su entrada no ha originado ninguno de los miedos que temíamos, la cuadrilla no ha visto alterada su convivencia normal y no se ha producido ninguna entrada masiva de más mujeres. Por lo que podemos comprobar que la mujer que solicita la entrada es porque le gusta el tambor, porque le apasiona.


Publicado sin firmar en la Revista del 75º aniversario