6 de abril de 2010

Vivencias

Poco a poco iremos actualizando la página con los momentos vividos durante esta Semana Santa. Para ello es preciso la colaboración de todos: Vídeos, relatos, fotos... En este sentido, publicamos en primer lugar unas vivencias que Rafael Trujillo Navas nos ha enviado.
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Quiero empezar a participar en la web de nuestra cuadrilla; así que os envío un comentario

" En esta Semana Santa he disfrutado de tres experiencia como judío que me han aportado tres vivencias, personalmente, bastante agradables: realizar "El Paso del Evangelista", "Recoger el Viernes Santo de madrugada", y, portar la bandera de la turba el Jueves Santo, desde san Francisco hasta nuestro cuartel.

De los tres actos citados, nunca he realizado, en mis primeros tiempos de judío colinegro (con 7 años, de la 6ª Cuadrilla), ni en los intermedios ni en los actuales, "Recoger", ni portar la bandera; sin embargo, si he realizado "El paso del Evangelista", hace demasiados años. Es precisamente, éste acto el que más me ha gustado, insisto desde un punto de vista estrictamente personal, de toda la Semana Santa de este año.

Veo en "El Paso", un acto cargado de un simbolismo variado y bastante profundo, una dramatización "muy nuestra" del miedo primordial a expresarse (el evangelista que anota en la tablilla) y del miedo, primordial también (representado por el judío que pretende leer lo escrito en la tablilla) a que alguien exprese algo que pueda afectarnos personal e institucionalmente.

Pero aparte de estos matices que podríamos seguir enumerando a través de mucha páginas, he disfrutado plenamente a mis 54 años, previa petición a nuestro Cuadrillero, con el hecho de llevarme la mano izquierda al plumero y la derecha detrás de la cintura, y efectuar la temblorosa danza con los evangelistas. Pienso que la única limitación que puede tener la realización de "El Paso" es de carácter físico; en ningún caso de otro carácter.

Parece que esta dramatización tan propia de los judíos queda como restringida a judíos jóvenes, cuando no debiese ser así. Bien ejecutado "El Paso del Evangelista" aporta una posibilidad de participar en una dramatización muy auténtica y muy nuestra.


El año que viene, si Dios quiere, pediré permiso a los cuadrilleros de Cajas y Banderas, Pasos y Fatigas, para repetir la experiencia; merece la pena.



Un saludo.

Rafael Trujillo Navas