14 de marzo de 2012

CRONICA DE LA XI EXALTACION DEL JUDIO

El artículo que a continuación os dejo (y que me he permitido copiar y pegar, va firmado por Manolo Espejo, marido de mi prima Lourdes Tamajón Flores y ha sido publicado en el blog de la Hermandad de las Virtudes, Hermandad a la que le tengo un cariño muy especial. Muchas gracias.


UN JUDIO QUE NOS SORPRENDIÓ
Juan Carlos Flores Cantero nos ha dado una autentica lección de humanidad, de solidaridad, de amistad y de lo que es ser un buen cofrade comprometido con la sociedad, quien nos sorprendió en la “XI Exaltación del Judío”, no solo por la puesta en escena, que sin duda fue extraordinaria y cargada de emotividad, sino por el contenido de su pregón, lleno de los verdaderos valores que el Evangelio y la figura de Jesucristo solicita de cada uno de nosotros.
Mahuesin, en una breve semblanza, resaltó los valores que este judío de la 7ª cuadrilla de la cola negra sin duda lleva muy dentro.
Sí, unos valores inculcados desde el seno de la familia y mencionó de forma muy especial, a sus padres Rafael y María Auxiliadora y excepcionalmente a su tía Carmela. Nos comenta Mahuesin, sobre esas cartas que en más de una ocasión ha recibido de Rafael Flores. No son cartas vacías, sino cartas con mensaje. Cartas llenas de contenido religioso, que por supuesto, han marcado la formación de esta familia Cristiana y sin lugar a dudas, el sentimiento y el amor por las tradiciones.
Nos dice de Juan Carlos: lleva una Cruz roja en el corazón y la solidaridad y el pragmatismo, son sus principales características, que le hacen ser una persona especial. Una persona, no de esas de grandes discursos, el es como es, sencillo, lo que en Baena diríamos “A la pata la llana”.
Su uniforme es su segunda piel. La Cruz la lleva dentro, haciendo mención a su sentido religioso, que se manifiesta en Juan Carlos, cuando sale vestido de judío.
“Por sus frutos los conoceréis” y en efecto, aquí están sus frutos literarios, que gratamente han sorprendido al pueblo de Baena y en el que nuestro reconocimiento se ha manifestado, con esa gran ovación para este pregón hecho con el corazón.
Lo ha comenzado, dedicándoselo a su abuelo José Flores Dios al que no conoció, pero que sabe que desde algún lugar del cielo, está ahí, viéndole, guiando seguramente sus pasos, sus pasos de hombre bueno y comprometido con la sociedad. También se lo ha dedicado a su hijo Carlos, que le está escuchando y a quien, por supuesto, está inculcándole nuestras tradiciones semanasanteras y también, como no, su amor al prójimo. Está claro que con su ejemplo y con su forma de ser, siempre dispuesto para los demás.
Aquí, están también sus amigos, hoy ha llamado a un montón de ellos y se han volcado con él. Nos han traído al escenario del “Teatro Liceo de Baena” una pequeña representación de nuestra singular Semana Santa.
La turba de judíos en el escenario, nos ha hecho vibrar y los corazones han saltado de alegría con estos sonidos de plata que confortan a cuantos amamos nuestra Semana Santa.
¡Que bonito recrear en el escenario, todos esos desvelos que la figura del judío acarrea hasta que la vemos desfilar en la calle¡ porque ese es su sitio “La calle” 
Está claro, que todos cuantos te acompañan en este día y a toda esa gente que has movilizado, son amigos, amigos cofrades de verdad.
Has sembrado esa semilla maravillosa que es la amistad en los demás y hoy recoges sus frutos. Ya lo dices en tu pregón ¡Soy judío por mis amigos! Porque el judío, como tu bien dices, nace, pero también se hace.
Ha sido magnifico ese testimonio en defensa del judío, cuando comentas:
“Es el más disciplinado”
Muchas horas de desvelos para que todo este a punto y sus cinco sentidos puestos en sus arreos y en esta figura que sin duda es emblemática de nuestra “Baena”.
Nos hablas de ese estruendo de sonidos, que en el tambor representa el tumulto en aquellos tiempos de Jesús y está claro, que un miércoles santo en nuestro pueblo, sin este sonido, no sería el nuestro, sería otro, pero no el “Pueblo de Baena”.
Y ahora en tu pregón, otro alegato más hacia la mujer, donde por suerte, ya ha dejado de estar en la sombra, ahora la mujer que se siente judío, es judío de verdad y ahí, en la turba, también tiene su sitio.
De pronto irrumpen de nuevo los judíos en el teatro. Bajan por sendas escaleras hasta situarse en el escenario.
Seguimos escuchando la voz de Juan Carlos, llenándonos de sentimientos, trasladándonos a momentos que todos conocemos y hablándonos de personas que están en el recuerdo. Elogia la figura del judío, su porte elegante y puntualiza, ¡Es el único que esta uniformado desde que sale hasta que se marcha!
“Judío eres embajador de Baena”
Todos escuchamos tu mensaje. Te ha salido desde lo más profundo del pecho y nuestros corazones han comenzado a latir con más fuerza.
Sigues enalteciendo la figura del judío y rompes esa rivalidad establecida con tu mensaje. Coliblancos y Colinegros comunicándose con sus tambores, contagiándonos la alegría o la tristeza en estos momentos de la Pasión de Cristo.
Un toque sorprendente de cornetas nos pone en alerta, cuando de pronto escuchamos a la Centuria Romanala Imagen de Jesús Nazareno aparece en el escenario. Jesús esta en el Patio del Convento y se oye el toque de la Centuria con el himno que todos conocemos y que identificamos perfectamente. Al instante, el aire se rompe, se paraliza con las notas desgarradas de una saeta que a todos nos pone el vello de punta y luego el redoble que antecede a las imágenes.
Se suceden las emociones una tras otra y se asoman las lagrimas de los baenenses que estamos aquí contigo, acompañándote en este domingo magnifico y lleno de luz, aunque tú, no sé como lo has hecho, pero nos has sumergido en la mañana de Viernes Santo.
Vuelven a irrumpir los judíos de la turba en el escenario y nos recreas el paso del evangelista, mientras dejas que se cuele la noche y se vista de luto con sus roncos tambores.
Y vuelve otra vez el mensaje del Evangelio, colándose en el corazón y en las entrañas.
¡Tuve hambre y me diste de comer!
¡Estuve desnudo y me vestiste!
¡Estuve en la cárcel y viniste a visitarme!
El corazón, estos corazones que laten con los sonidos de los tambores de Baena, de nuestro pueblo, se abren por completo a tus palabras, a tu mensaje.
Y nos abres las puertas de la miseria, del sufrimiento, de la soledad, para que palpemos esa realidad que nos pones de manifiesto ante nuestros ojos y lo haces para que no nos preguntemos tanto ¿Qué puedo hacer yo? Y nos dices, pásate por tu parroquia y entérate de todo cuanto puedes hacer por los demás, si quieres, puedes, ó pásate por cualquier “O.N.G.” y tendrás las respuestas a tus propias preguntas y a tus interrogantes.
Creo que a todos nos ha llegado tu mensaje y tu ejemplo de vida y de entrega a los demás y nuestras mente, cada una por separado, ha comenzado a cuestionarse cuál es el compromiso que los que nos llamamos y sentimos cristianos, aportamos a la sociedad.
De pronto han sido las campanas de gloria redoblando en ese Domingo de Resurrección las que, al menos a mí, personalmente, me han trasladado de forma adelantada, a ese domingo lleno de alegría y de gozo, que al igual que hoy, nos deja ese vacío inmenso cuando hemos de emprender nuestra marcha hacia la capital y abandonar nuestro pueblo, sus gentes, su singularidad, sus aromas, sus colores, su cariño, nuestros recuerdos, pero la pena que se nos atraviesa con el adiós, se compensa con todos y cada uno de estos momentos que hemos compartido y que vamos degustando lentamente en la carretera, mientras nuestros ojos se inundan del verde y blanco de nuestra querida Andalucía.
Gracias Juan Carlos, por este regalo que nos has hecho tan hermoso.
Gracias por acercarnos a Jesucristo, a quien tenemos tan cerca y a quien la gran mayoría de las veces no sabemos encontrar.

Manuel Espejo Jurado
Madrid 12/3/2.012