15 de noviembre de 2008

Origenes. El uniforme del judío

Es sin lugar a dudas la figura del Judío la más conocida en la Semana Santa de Baena.
Hablar de sus orígenes y evolución es perderse en un fantástico mundo lleno de teorías pues no se sabe a ciencia cierta como surgió este característico personaje en nuestra Semana Santa. A medida que vayamos consiguiendo artículos sobre el judío los iremos publicando aquí para dar al lector una visión lo más amplia posible.
El uniforme del judío es:
  • Chaqueta roja bordada o con agremán negro, blanco o dorado.
  • Pantalón, calcetín y zapato negro
  • Camisa blanca
  • Pañuelo multicolor.
  • Sortija que anuda el pañuelo al cuello
  • Casco de metal
  • Plumero de plumas
  • Liñuelos (cola de caballo negra o blanca)
  • Tambor con fondo de metal, pieles, cordel, anillas y chillones.
  • Tahalí.
  • Baquetas.

El Reglamento de la Turba de judíos de 2004 nos define también el uniforme:

Art. 9º.- El atuendo de los hermanos es el siguiente: Pantalón y zapato negro, camisa y calcetines blancos, chaqueta roja bordada o con agremán negro con el escudo en la solapa, tahalí, tambor de chillones, casco de metal dorado con cerda negra, plumero de color variado y pañuelo sobre el cuello recogido con una sortija.
Sólo los niños menores de 6 años podrán ir sin el casco.
El tambor está formado con un fondo de latón dorado, cordel con anillas de material para tensarlo, chillones en su parte inferior, aros de madera, un pellejo de piel de cabra en el bastidor superior y en el bastidor inferior de chivo o de plástico.

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El Judío: Coliblancos y Colinegros

Tesis sobre su origen

(Texto obtenido de http://www.telefonica.net/web2/graficascanete/semanasantabaena/ y rubricado por la Agrupación de Cofradías)


Son numerosas las tesis que han surgido para explicar el origen del judío de Baena, aunque no ha sido hasta los últimos descubrimientos a través de fuentes documentales cuando ha existido mayor unanimidad, aunque no certeza absoluta. Entre los estudios más profundos se encuentran los realizados por Juan Torrico Lomeña, Manuel Horcas, Juan Rabadán y Julio Fernández. Para Juan Torrico, "el judío es el alma y el motor de la Semana Santa de Baena, es el gran protagonista que le da vida, sonido y color, ya que sobre el mismo recae todo su protocolo (...)".
La actual organización del judío, según las tesis más aceptadas, data del final de la primera mitad del siglo XIX, cuando cada cofradía tenía su propia turba o cuadrilla de judíos, sin que hubiese diferencia de color, ni rivalidad.
No obstante, existen dos versiones que pueden profundizar en el origen del mismo. Luis Roldán Doncel defiende en su obra 'La Semana Santa de Baena', que el judío puede ser "el resultado de la asimilación por parte de las cofradías de una figura espontánea y popular que se incorpora a las procesiones con la finalidad de hacer penitencia y dar gracias por los favores dispensados, datando en este sentido de la segunda mitad del siglo XIX; esa figura es el soldado que venía de luchar contra los franceses. Terminada la guerra es muy probable que, o bien a petición de las cofradías para lograr una mayor vistosidad, o por devoción de los interesados, estos continuasen participando en los desfiles procesionales, organizándose al estilo castrense, con un tambor delante de la procesión que servía de indicativo del desfile". Esta hipótesis ha sido desechada en la actualidad. Manuel Horcas Gálvez recurre para explicar su origen a los voluntarios realistas existentes en Baena, que participaban en las procesiones. Julio Fernández García amplía esta hipótesis al analizar un cuadro de Manuel Cabral y Aguado Bejarano, titulado 'El Corpus en Sevilla' , en el que se observa un escuadrón de lanceros reales que llevan el mismo uniforme que los primitivos judíos de Baena: casaca roja, pantalón azul con franja roja y casco de metal con cerda negra.
El antes y el después: año de 1819
Tanto Manuel Horcas, como Juan Aranda Doncel destacan el año de 1819 como clave para clarificar el origen del judío moderno. Ese año, "45 hermanos de los que se titulan judíos con la cara cubierta con carátula" protagonizan un incidente al oponerse a las disposiciones en las que el obispo Pedro Antonio de Trevilla intentó acabar con tradiciones que consideraba poco acordes con el espíritu religioso y por las que prohibía las representaciones escénicas y las muestras de religiosidad popular. La anterior cita demuestra dos hechos fundamentales y que hasta hace pocos años eran oscuros: en primer lugar, se desconocía cuándo surgió la imagen actual del judío y en segundo lugar se desmitifica la procedencia francesa de la vestimenta del judío.
Hasta el citado año de 1819, las turbas de judíos "estaban integradas por personas disfrazadas de forma totalmente anárquica, con una túnica ridícula y una careta horrible, y cubiertos de una melena desgreñada. Eran auténticas máscaras, que convertían las procesiones en verdaderas profanaciones de lo religioso". Un origen remoto de esta imagen era el desaparecido judío errante, que fue recuperado por la hermandad de Figuras Bíblicas de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno en los años ochenta de la presente centuria, pero que ha dejado de procesionar.
Como se describe en el capítulo destinado a los Pasos, la función del judío era participar en el prendimiento, por lo que a raíz de la prohibición de 1808 en la que se suprimían las figuras, su lugar lo ocuparon los romanos, según existe constancia ya desde 1799 en la cofradía del Dulce Nombre. Después se extendió esta hermandad a las demás cofradías.
La importancia de la cita recogida anteriormente desmitifica la tesis que afirmaba que el origen del uniforme de los judíos procedía de coraceros franceses derrotados en la batalla de Bailén. Julio Fernández aclara además que la vestimenta de los coraceros napoleónicos presenta diferencias con relación al traje del judío, puesto que los soldados franceses vestían casaca azul, y no roja, y el diseño del casco también era diferente.
La tesis más acertada es la que define el traje del judío como una evolución a lo largo de las décadas que ha ido completándose hasta afianzar su situación actual en nuestro siglo. El origen lo tendría en la vestimenta utilizada por distintos cuerpos del ejército español. El parecido es muy cercano con el uniforme de los coraceros y otros regimientos del Arma de Caballería que se utilizaba en 1822. Su traje se componía de coraza de hierro, casco del mismo color con cola negra y plumero blanco, casaca larga encarnada con divisa celeste, calzón blanco y bota. Con posterioridad, en 1835, la caballería asume las lanzas, conserva el casco, del que se desprende una cola de caballo negra. Sin duda, la vestimenta más semejante a la del judío es la que aparece en un cuadro expuesto en el Museo del Prado en el que figura un cuerpo de caballería en el que sus miembros visten casco dorado, cola negra, pantalón negro y casaca roja.
Con el paso de las décadas, el judío fue incorporando plumeros más vistosos, cascos con mayor cantidad de cola, pañuelos de seda. La generalización del tambor comienza a producirse en la última década del siglo pasado, cuando se sustituyen las lanzas por cajas. En el libro 'La Semana Santa de Baena', de Luis Roldán Doncel, el autor rechaza una hipótesis que se había extendido según la cual la sustitución de las lanzas por el tambor se produjo a raíz del motín celebrado en 1861. Sin embargo, Roldán Doncel afirma que de haber sido así hubiera quedado constancia en los libros de actas de las cofradías. Por el contrario, en aquella época las actas recogen la existencia de un tambor por cuadrilla, mientras que el resto de los judíos lanzas, paraguas o rosarios, según un testimonio recogido en el libro. Roldán Doncel justifica el cambio de la lanza por el tambor en motivos de carácter psicológico. Según él, el deseo de distinguirse hizo que los que iban con lanzas presionasen para que aumentase el número de tambores, pasando de uno en toda la turba a uno por cuadrilla, pasos que se van a ir generalizando hasta desaparecer las lanzas.

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La “tercera teoría” sobre el uniforme del Judío de Baena

(Texto obtenido de www.semanasantabaena.com)

Juan Mariano Fernández García es el autor de un estupendo artículo que repasa la historia del uniforme del judío de Baena, a través de las distintas teorías que de esto se saben y una que él mismo propone después de un viaje a Inglaterra.

Desde hace mucho tiempo hemos escuchado y leído interesantes argumentaciones sobre el origen del uniforme de los “Judíos nuevos” de Baena, que en el primer cuarto del siglo XIX cambian el rostrillo y la túnica por guerreras rojas y cascos dorados.
Quiero en principio expresar mi respeto por todas las personas que han intentado desvelar este misterio antes que yo, pero para no olvidar a ninguno, sólo voy a nombrar a los que me unen lazos de cariño, mi hermano Julio Rodrigo Fernández García y Juan Torrico Lomeña, desagraciadamente desaparecido.
Teoría del origen francés
Popularmente se ha dicho siempre en Baena que el uniforme de nuestro Judío tiene su origen en el botín de guerra de la
batalla de Bailén, tomados por los valientes luchadores locales de los vencidos enemigos franceses.
Esta batalla se produce en julio de 1808 y en ella está documentado que acudieron 15.000 voluntarios cordobeses al mando del
teniente coronel Echavarri, probablemente del sur de la provincia, ya que la capital estaba en manos de los franceses del General Dupont. Por lo que con toda certeza hubo baeneses en esa batalla.
Esta teoría tiene su ratificación en los cascos que utiliza la Guardia Republicana Francesa, que son muy similares a los nuestros. Pero sus guerreras siempre han sido de color azul.
Teoría del Origen Español
La otra teoría fija el origen de estos uniformes en unidades españolas de caballería, documentándose en el origen de diferentes cuerpos de nuestro ejercito, que hunden sus raíces en la propia Guerra de la Independencia y se ratifica en diferentes cuadros de la época.
En la revista Cabildo de 1993 mi hermano Julio Rodrigo Fernández García hace una extensa exposición sobre el origen de varias unidades de nuestro ejercito con diferentes cascos y plumeros similares al nuestro.
Desarrolla una importante exposición de cómo pudieron incorporarse estos nuevos uniformes a nuestras Cofradías de Semana Santa y hace referencia a una magnífico cuadro de 1858 titulado Corpus Cristi en Sevilla, del pintor Manuel Cabral y Aguado Bejarano, que recoge la figura de unos militares a caballo con guerreras roja y cascos.

En otro artículo publicado por el añorado Juan Torrico Lomeña en cabildo de 1994 se puede ver este cuadro. Juan recoge un estudio de diversos escritos sobre la incorporación del “nuevo judío” a la Semana Santa.
Tercera Teoría: Origen Británico
El pasado verano hice un viaje con mi familia a Inglaterra y Escocia. Tuvimos ocasión de visitar diferentes museos militares así como ver el famoso cambio de la Guardia de su Majestad la
Reina Isabel II de Inglaterra.
Al ver el parecido con nuestro judío, me intrigó el asunto y me dediqué a investigar en Internet que había de la participación de soldados españoles en el ejercito británico que lucho en la Guerra de la Independencia.
Apasionado con el tema, encontré
un artículo redactado en esta página por Robert Burnham y traducido por José A. Aded en el que se confirma la presencia de soldados españoles en el ejercito británico y la entrega de uniformes de dicho ejército a las tropas españolas que luchaban contra Napoleón.“Nunca vi soldados mejores, mas disciplinados, y absolutamente sobrios en mi vida…” Sir Harry Smith, del 95º de Rifles.
A mediados de 1812 el Duque de Wellintong firma un trato con el Gobierno español por el que se autoriza al ejercito británico a reclutar 5000 españoles para sus filas y a cambio entregan 100.000 uniformes para las unidades españolas, un millón en moneda y armamento.
Visitamos el Museo de Artillería de la Torre de Londres, donde vimos casacas rojas con filos dorados, tambores con cordeles montados de forma similar a los nuestros, así como trompetas parecidas a las que utilizan nuestros trompeteros.

En el Museo Nacional de Guerra del Castillo de Edimburgo, pudimos ver, además de las guerreras rojas, cascos con plumeros, cascos en los que el plumero es sustituido por cola, cascos con cola similar a la nuestra, tambores con anillas, cordeles y vueltas reventonas, incluso cadenetas.



Todos de época de nuestra Guerra de la Independencia o Guerra Peninsular, como la llaman allí. Igualmente encontramos lanzas iguales a las que se utilizaban por los judíos, y que siguen manteniendo los sayones.
Presencia de fuerzas militares en la Semana Santa
Hasta no hace mucho tiempo, hemos visto como se invitaba a acompañar a nuestros baenenses que prestaban sus servicios en el Ejercito en la procesión del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, junto a las Autoridades y el Ayuntamiento, por lo que no es extraño que nuestros “judíos nuevos” se incorporen en un principio a las procesiones, como militares, escoltando o acompañando a diferentes Cofradías.

Sobre este asunto, tanto Julio Fernández como Juan Torrico informan de datos concreto recogidos en diversos libros de actas.
Conclusiones:
Podemos mantener la teoría, siempre sujeta a estudios más científicos de que el uniforme del judío de Baena tiene su origen en los uniformes británicos de la Guerra de la Independencia española, por los siguientes motivos:
1º El tratado del Duque de Wellintong con el Gobierno español para la incorporación de 5000 reclutas españoles en sus filas, a cambio el ejército británico entrega 100.000 uniformes a nuestro ejército.
2º Los uniformes británicos de la época, de color rojo, con puños bordados y charreteras diferentes según el grado de cada militar.
3º Los cascos británicos de la Guerra de la Independencia, con cola negra para los soldados y plumeros diferentes para los mandos.
4º Los casos actuales del ejercito británico, con cola diferente según la graduación.
5º Las trompetas, idénticas a las nuestras.
6º Las lanzas, iguales a las nuestras.
7º Los tambores, montados “al derecho”, con anillas, reventonas y cadenetas iguales a las de los judíos de Baena.
Pudiera ser que esta teoría británica justifique también el origen de la teoría española, ya que los indicados uniformes que entregó Wellintong pudieron dar origen a aquellos del cuadro de 1858
Bibliografía
La Batalla de Bailén
Reclutas españoles en el Ejército Británico 1812-1813
Cabildo 1993 “Apuntes y Sugerencias” por Julio R. Fernández García
Cabildo 1994 “EL ORIGEN DEL UNIFORME DEL JUIDO, Crónica de una vieja y compartida investigación” por Juan Torrico Lomeña
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